Hasta luego Madrid
Estas 4 semanas en Madrid han estado llenas de acontecimientos nuevos, después de tantos meses de rutina y sin cambios significativos (exceptuando pamplona y vacaciones, claro). El curso es bastante dolor, pero entre la gente del curso hay un buen rollo de la hostia.
Todos nos vamos fuera, cada uno a una embajada diferente y en cuatro semanas hemos conseguido una confianza flipante. Quedamos para cenar, botellones y birras, además de que el día a día de descansos y menús están repletos de buen rollo. Esta noche hay cena fin de curso, y me jode no poder ir; esta tarde viene la foca, una buena amiga que se va de paseo por Argentina durante los próximos dos meses. Suena muy bien también esa aventura, si no me hubiera salido a mi lo del ICEX estoy seguro que te habría acompañado.
Aparte del curso y de la velocidad de esta ciudad (0.66 gestiones/hora), el tema de visados, preparativos, vacunas y mil despedidas ha borrado todos los huecos de mi agenda y no he podido quedar con toda la gente de por aquí. Una pena.
A ver si cuando vuelva pillo Madrid menos liado, que no me importe tanto perder tiempo en tranportes y pueda quedar para echar esas tapillas, esas raciones en las tascas castizas, esas charlas en el retiro y esas juerguecillas nocturnas... uy, suena a fin de semana o a estar en el paro.
Prometo darle otra oportunidad a esta ciudad.
--Mañana para Soria, a descansar un poco, relajar el ritmo durante 4 días y preparar tranquilamente la maleta. Y despedidas... ay, q poco me apetecen!
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